En algún momento de mi desarrollo como osteópata me dí cuenta que tengo dos modos de atender: el modo biomecánico y el modo sensorial. En el modo biomecánico me focalizo en aspectos físicos, de movimientos y fijaciones que pueden ser osteoarticulares, craneosacros o viscerales. La estrategia es evaluar rangos de movilidad, posiciones relativas de huesos, tonicidad de los músculos y libertad de las articulaciones. En el modo sensorial me centro más en la sensación del cuerpo del paciente y también en su expresión oral, en la escucha de la narrativa del paciente en todos los escenarios en que se despliega. La estrategia aquí es el diálogo, hacer las preguntas adecuadas y luego escuchar, y ayudar a que el paciente preste atención a lo que dicen tanto sus tejidos como su mente.
Al inicio de la primer consulta, de acuerdo a la personalidad del paciente, al tipo de dolor o molestia y a sus causas etiológicas, inconscientemente yo decidía si lo iba a tratar en modo biomecánico o en modo sensorial. En general, si me parecía que la causa primaria de la disfunción era emocional, iba por el enfoque sensorial. En cambio, si la causa primaria parecía ser postural o traumática, o resabios de alguna antigua cirugía o enfermedad, me iba más hacia el lado biomecánico.
De a poco empecé a usar ambos enfoques alternadamente en una misma sesión. Quizás porque me di cuenta que, por un lado, casi todas las disfunciones tienen siempre algún componente emocional, y por otro, toda manifestación psicosomática se expresa en un escenario biomecánico. O quizás porque me di cuenta que a veces, para llegar a atacar una causa emocional necesito primero liberar los tejidos con un enfoque mecánico para que el cuerpo me reciba, y viceversa, a veces para vencer una limitación mecánica de los tejidos necesito antes una liberación emocional.
Es gracioso que yo haya comprendido esta discriminación entre estos dos modos ahora que es meramente teórica, porque cada sesión de osteopatía es una simbiosis entre los dos y ya no elijo entre uno y otro modo sino que los voy modulando, pero creo que vislumbrar ese concepto subyacente que funda toda mi práctica me ayuda a entender lo holístico de la osteopatía
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